El saber es una forma de tomar control de nuestro mundo

Comprender mejor cada día lo que es el saber nos permite tomar control del mundo conformado por todo lo que está a nuestro alcance modificar y mejorar.

El saber es más que tener conocimiento, porque implica saber utilizar el conocimiento en la práctica.

Desde esta perspectiva, el saber nos proporciona control de lo que está a nuestro alcance hacer, definir y transformar, sin depender de otros factores externos a nosotros.

Enfocarme en lo que controlo me brinda una orientación clara de lo que puedo hacer y cómo hacerlo de inmediato. Es decir, me conecta con el saber en forma práctica.

¿Qué está a mi alcance saber controlar?

Puedo controlar mis conductas, mis reacciones frente cualquier situación, mis palabras, mis respuestas, aprender de mis errores y corregirlos, mi esfuerzo, mi constancia, mi disciplina y mis cambios.

Por esta razón, el saber es una forma de “apropiarnos” de lo que está a nuestro alcance, en términos de conocimientos, comprensión, juicio, decisión y acción.

Igualmente, podemos decir que el saber es la consecuencia de enfocar nuestro pensamiento y acción en lo que controlamos.

Cuando nos enfocamos en lo que no controlamos, no solo nos paralizamos o no avanzamos; también aprendemos muy poco o nada.

En este sentido, te ofrezco las siguientes definiciones del saber:

1) Saber es comprender algo hasta el punto de poder explicarlo

De lo contrario, no poder explicarlo indica que aún nos falta dominio del tema, del caso o la idea.

A veces entendemos unos datos que tenemos frente a nosotros. Pero todavía no los hemos conectado con una utilidad tan simple que la podamos explicar.

El reconocido político y filósofo romano Marco Tulio Cicerón nos plantea la misma idea así: si quieres aprender, enseña.

Es decir, también he podido aprender algo gracias al proceso de aprender a explicarlo.

2) Saber es apropiarse de una información, con comprensión y juicio

Me apropio de una información cuando le doy utilidad para mí y la convierto en conocimiento.

Encontrarle sentido práctico a la información depende de mi esfuerzo personal y a su vez es el resultado del proceso de conectar los datos que la componen con un propósito.

La comprensión de un hecho o suceso se refleja cuando puedo diferenciar si se trata de una causa o un efecto.

Entender las relaciones causa-efecto de una situación me permite ver por qué el verdadero cambio de algo depende de la transformación de sus causas y no de sus efectos.

3) Saber es darle sentido y utilidad práctica a una información

De acuerdo al siguiente gráfico, si el saber es sinónimo de aprendizaje, entonces es el uso del conocimiento con un propósito utilitario:

La mayor parte de la información del mundo que nos rodea no tiene un sentido evidente para nosotros, a menos que nos ocupemos de investigarlo, estudiarlo, descubrirlo o dárselo.

En ese proceso, mi reto principal está en transformar la información en un conocimiento que me resulte útil, porque darle sentido a la información depende de mi interés.

Igualmente, la parte final del proceso también depende completamente de mi. Solo aprendo cuando quiero; y poner en práctica el conocimiento es el principal camino para llegar al saber.

4) Saber es asignar un significado propio a datos desconectados

Adjudicar significados y sentido a una información es parte de lo que puedo controlar porque depende de mi decisión.

Por ejemplo, al leer este texto, tú le das significado para ti. Podría ser de manera inconsciente. Pero si es consciente, con un propósito, es más beneficioso para tu aprendizaje.

Mientras no le confieras significados interesantes para ti, la información es solo un conjunto de datos sin una conexión especial con tu vida personal y profesional.

Tienes el poder de hacer que una información sea interesante para ti, siempre y cuando te esfuerces en otorgarle los significados que tengan relación con tus intereses personales.

5) Saber es interpretar el trasfondo de un dato y producir conocimiento

Cuando somos niños aprendemos con mucha rapidez porque somos curiosos y nos gusta la seguridad emocional que nos proporciona saber el por qué de las cosas.

Ese entendimiento nos permite vivir como una especie de revelación con cada descubrimiento, porque logramos ver a través de las cosas, como un conjunto y por separado.

Entendemos su trasfondo al poder ver sus componentes, las conexiones entre los mismos y sus relaciones de causa y efecto.

Es decir, no solo entendemos el qué, sino el por qué (su trasfondo).

Desde esa comprensión producimos un conocimiento personal, cuya utilidad es relevante, en primer lugar, para nosotros mismos.

6) Saber es conectar el conocimiento con nuestra vida cotidiana

En mi labor como asesor de comunicaciones de mercadeo y ventas, con frecuencia atestiguo un momento muy especial para mis estudiantes, cuando me dicen: “lo que más me gusta de este conocimiento es que me sirve para el trabajo y para mi vida personal”.

Es la comprensión más significativa del conocimiento, porque lo conectamos con su utilidad práctica cotidiana.

Cuando conectamos un conocimiento con aspectos que van más allá del trabajo, el aprendizaje se ancla mejor en nuestra consciencia y le sacamos más provecho.

Por eso, cuando estamos estudiando, resulta de mucha utilidad preguntarnos de qué manera un conocimiento profesional nos beneficia o lo podemos aprovechar en la vida privada.

A lo mejor no consigamos una respuesta, pero hacerse la pregunta y buscar responderla representa una enorme ganancia en la asimilación de un conocimiento.

7) Saber es poder responder preguntas sobre el por qué de algo

Tener criterio se basa en comprender el por qué de las cosas. Es decir, conocer cuál es su origen, cómo se relaciona con otros aspectos claves y cuáles son sus consecuencias.

A su vez, ese conocimiento nos proporciona claridad de propósito y de acción, lo que determina la pasión con la que hacemos algo.

Cuando tenemos suficiente criterio, podemos diferenciar el para qué hacemos algo (los objetivos) del por qué lo hacemos (su origen).

Del mismo modo, podemos entender las diferencias entre por qué pasa algo (su origen) y qué podemos hacer con ese conocimiento (propósito).

8) Saber es encontrar un sentido práctico al conocimiento

El sentido práctico de un conocimiento, a veces es evidente y fácil de ver porque tiene una relación cercana con nuestra vida laboral o privada.

Pero cuando no es así, cuando no es fácil ver su trasfondo, el saber está supeditado al esfuerzo que debemos hacer para encontrar o atribuir una utilidad significativa a ese conocimiento.

Dicho en otras palabras, la raíz de la dificultad que a veces tenemos para entender un conocimiento está en el esfuerzo que implica buscarle sentido práctico de manera personal.

9) Saber es la capacidad de actuar con una información

Si la información que tenemos no nos ayuda a tomar decisiones y actuar, entonces es insuficiente o inútil.

Aunque aprendemos más al divertirnos, si consumimos información solo con el propósito de entretenernos, no ponemos en juego el aprendizaje.

Son dos propósitos diferentes. En un caso buscamos aprender; en el otro, divertirnos.

Por otro lado, el conocimiento por sí solo no sirve de mucho si no tienes suficiente disposición para adaptarlo a las circunstancias que enfrentas.

Recuerda que son muchas las oportunidades que se pierden por falta de disposición a cambiar una situación y no por falta de conocimiento.

10) Saber es la capacidad de hacer que otros también comprendan

Daniel Innerarity, filósofo y ensayista español, dice que “el saber existe únicamente allí donde algo es explicado o comprendido”.

Se trata de una idea que tiene más valor y pertenencia desde el punto de vista del saber colectivo, como la familia, un equipo de trabajo, o una comunidad.

Desde la perspectiva colectiva, el saber siempre tiene potencial de crecer. Lo que implica asumir el reto de contribuir a que crezca, involucrando a otras personas para que sepan más y así sucesivamente.

Si quieres que otros también adquieran un conocimiento determinado, es indispensable superar el primer reto: que tengan interés de hacerlo.

¿Qué opinas de estas diez definiciones del saber?

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