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Superar el miedo a fallar era una clave de éxito para Steve Jobs

Superar El Miedo A Fallar Era Una Clave De éxito Para Steve Jobs

El miedo a fallar es uno de los obstáculos más importantes que tiene toda persona cuando está en la fase inicial de un proyecto de emprendimiento.

También ocurre en otras áreas del trabajo profesional. Es algo normal y en muchos casos es una expresión de la responsabilidad que tiene una persona.

Sin embargo, superar el miedo a falla es el primer reto que tiene una persona que quiere tener éxito con un proyecto o necesita aprender una nueva habilidad.

El miedo a fallar produce un círculo vicioso

En tal sentido podemos decir que tener miedo a fallar también es una ironía, porque el aprendizaje eficaz depende de eso.

Sin embargo, la sociedad contemporánea a estigmatizado el error a niveles paralizantes. El temor a fallar genera un círculo vicioso e improductivo en contra del aprendizaje.

Nos inhibe a tomar la iniciativa y nos impide la experiencia práctica que es indispensable para adquirir habilidades.

Lecciones de Steve Jobs sobre el miedo a fallar

Steve Jobs logró muchos éxitos como emprendedor, cofundador de Apple. Pero también tuvo muchos fracasos. Por ejemplo, fue despedido de su propia empresa a la edad de 30 años.

También falló con muchos productos que inventó, como la computadora Apple Lisa, la Macintosh TV, la Apple III y el modelo Power Mac G4 Cube, entre otros.

Jobs fallaba a lo grande y a menudo. Pero nos dejó una lección importante sobre la diferencia que hay entre las personas que logran alcanzar sus metas y las que solo sueñan con metas.

Los éxitos dependen de las veces que fallamos

No podemos tener éxito sin fallar. Pero para Steve Jobs lo más importante es tener suficiente valor para actuar a pesar de nuestro miedo a fallar.

Eso es lo que diferencia a los profesionales exitosos de los que solo sueñan con tener éxito y Jobs lo dice en una entrevista que le hicieron en 1994:

La mayoría de la gente nunca llama y pregunta. Y eso es lo que a veces diferencia a las personas que logran cosas de las que simplemente sueñan con ellas.

Tienes que actuar y debes estar dispuesto a fallar. Debes estar dispuesto a estrellarte y arder. Con personas al teléfono o iniciando una empresa, si tienes miedo a fallar, no llegarás lejos.”

El miedo a fallar es un obstáculo esencial

Jobs tiene razón. El miedo a fracasar puede paralizarnos e impedirnos lograr nuestros objetivos, bien sea por recelo a experimentar con nuevas ideas, baja autoestima o poca tolerancia a los errores.

Enfrentar el fracaso de frente y aceptarlo requiere de mucho valor. Pero si uno no tiene todavía ese valor, puede comenzar a crearlo reduciendo el diálogo interior negativo.

Una de las habilidades que podemos aprender es “apagar” esa voz crítica, prejuiciosa y desconfiada que se activa en nuestra mente con cada nueva idea o con cada nuevo reto.

Podemos generar un diálogo interior sobre las posibilidades

Podemos aprender a desafiar esa voz negativa y reorientar nuestro diálogo interior hacia las oportunidades, liberándonos de los prejuicios y las suposiciones negativas.

Para una persona responsable, la posibilidad de fallar siempre le generará miedo. Pero también puede aprender a reencuadrar en su cabeza el significado de fracasar.

Cuando comienza el ataque de la vocecita negativa, podemos detenernos a poner por escrito nuestra meta, las fortalezas para alcanzarla, los logros previos y lo que ganaremos al tomar la iniciativa. Es un ejercicio simple, pero de alto impacto, sobre todo se lo convertimos en hábito.

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Esta entrada tiene 3 comentarios
  1. Cuando queremos conseguir algo y nos equivocamos, debemos insistir en nuestro objetivo y corregir todo aquello que en ese proceso nos hace mejorar con miras a buscar un óptimo resultado.

  2. Exacto, Claudia. Necesitamos aprender a persistir. Y parte de ese proceso consiste en superar el miedo a cometer errores, especialmente atendiendo clientes. Siempre podemos ofrecer disculpas por los mismos y actuar en correspondencia.

  3. El miedo a fallar es el gran saboteador de nuestro propósito y uno de los grandes paradigamas a cambiar. Entender que fallar es parte del proceso y del camino, no resulta tan simple cuando lo tenemos tan arraigado en nuestra cultura.

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