La misma realidad se puede ver diferente: efecto paradigma

La misma situación se puede ver diferente, dependiendo de la visión que tenga el observador: sus creencias, sus valores, su formación y su actitud.

Nuestra perspectiva de una situación, es decir, nuestra manera deberla e interpretarla, no solo depende de la posición física desde dónde la miremos (de lejos o cerca, de un lado de otro, desde arriba o abajo).

La interpretación de la misma situación también está determinada por nuestros paradigmas: creencias, convicciones, valores y actitud (mentalidad).

Se puede comprender el efecto que tienen los paradigmas en la interpretación de una realidad en la siguiente historia sobre dos vendedores de zapatos.

Tenían vidas más o menos paralelas. Pero no lo sabían. Ni siquiera se conocían.

Cada uno trabajaba en una fábrica de zapatos distinta.

Sin embargo, por coincidencia, el jefe de cada fábrica le había asignado a su respectivo vendedor la misión de explorar las oportunidades de negocio en un remoto desierto.

—Al final de la primera semana de trabajo, quiero que me llames por teléfono para que me des un reporte sobre las posibilidades de ese nuevo mercado y el potencial de clientes que tenemos— le dijo cada jefe a su vendedor.

Transcurrida la semana de investigar las oportunidades

El reporte de uno de los vendedores fue el siguiente:

—Jefe, le tengo muy malas noticias… Creo que hicimos una mala inversión al venir a este lugar. Este mercado no tiene potencial. Aquí no vamos a poder vender nada. Va a ser muy difícil obtener clientes en este desierto, porque aquí la gente NO usa zapatos.

Al mismo tiempo, el otro vendedor daba su reporte:

—Jefe, le tengo muy buenas noticias… Creo que hicimos una excelente inversión al venir a este lugar. Este mercado tiene mucho potencial. Aquí nos esperan muy buenos negocios. Va a ser muy fácil obtener clientes en este desierto, porque aquí la gente AÚN no usa zapatos.

La misma realidad puede tener dos caras o más

Lo que ocurre con estos vendedores es un buen ejemplo de la forma en que los paradigmas influyen en la percepción e interpretación de la misma información.

Frente a la misma realidad y a los mismos datos, tú puedes hacer una lectura de la situación con una óptica y yo puedo tener una interpretación completamente contraria.

Ocurre todo el tiempo, en diferentes circunstancias y momentos. En la vida privada y en el trabajo.

Le ocurre a personas de diferentes niveles de formación y grados de educación.

Nadie es inmune a la influencia de sus propios paradigmas.

No se trata de tener la razón o de estar equivocado

Un vendedor que ve oportunidades donde otro no las percibe, no significa que esté en lo cierto ni tiene nada que ver con tener o no la razón.

El efecto de los paradigmas se puede ilustrar o simbolizar con una moneda, porque es como el mismo desierto de los vendedores de zapatos.

Puedes ver diferente e interpretar «una moneda» de manera distinta, dependiendo por dónde la veas. Una cara representa la oportunidad y la otra la escasez.

Siempre podemos cambiar de actitud

Tus ojos siempre verán mejor, con más nitidez, lo que tu corazón quiere ver, porque tu actitud es ese corazón que bombea la forma en que observas e interpretas una situación.

A su vez tu actitud es una consecuencia de la formación que has tenido en la vida, que ha moldeado tus creencias, valores y puntos de vista.

La buena noticia es que el vendedor que no ve oportunidades, puede aprender a verlas. Cambiar su actitud está a su alcance y depende de su decisión.

Unas veces es más fácil y más rápido que otras, pero siempre podemos aprender a cambiar de actitud.

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