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4 habilidades necesarias para una vida más plena y productiva

4 Habilidades Necesarias Para Una Vida Más Plena Y Productiva

Para quienes tenemos interés en una vida más plena y productiva, y trabajamos en el aprendizaje de las empresas, el liderazgo y la comunicación, Esther Wojcicki es una referencia importante.

Wojcicki es considerada pionera mundial en el estudio de la alfabetización mediática aplicada a la educación. Periodista y profesora en Palo Alto High School (California, EEUU), nos invita a reflexionar sobre cómo lograr una vida más plena y productiva.

Wojcicki creció en un hogar pobre y desde pequeña decidió que la única manera de salir de esa situación era a través de la educación.

La educación proporciona herramientas para progresar porque ayuda a las personas a realizar sus proyectos de vida.

La educación fortalece la seguridad y la autoestima

Con educación, las personas no le temen al fracaso y están dispuestas a tomar riesgos. Aunque se equivoquen, saben que pueden volverlo a intentar.

La filosofía de Esther Wojcicki sobre la función de la educación abarca:

  • La libertad de pensamiento y la acción responsable;
  • El respeto a las ideas de todos;
  • La confianza en uno mismo y en los demás; y
  • La creatividad y el trabajo colaborativo como componentes claves para desarrollar el máximo potencial frente a los retos de la vida.

Desde esta amplitud de valores, Wojcicki nos plantea que existen cuatro habilidades para construir una vida más plena y productiva:

1. La comunicación.

2. La colaboración.

3. El pensamiento crítico; y

4. La creatividad.

Sus investigaciones y consejos se dirigen principalmente a niños y jóvenes. Pero son válidos para todas las edades. Por eso, a continuación ofrecemos una interpretación de sus valiosas orientaciones:

1. La comunicación

Comunicarse no es hablar mucho y opinar sobre todos los temas.

Una comunicación efectiva se inicia en la familia y en la escuela. Si aprendes a comunicarte en tus ámbitos naturales de relaciones, podrás comunicarte adecuadamente en la universidad, el trabajo o tu comunidad.

Por lo tanto, no se trata de una capacidad que se adquiere solo con estudios formales sino en la cotidianidad.

Comunicarse de forma efectiva implica saber escuchar a quienes nos rodean, no solamente a quienes nos interesan o preferimos.

Obsesionarnos con tener la razón no nos ayuda a comunicarnos de forma efectiva.

Valorar la opinión de los demás nos permite aprender de ellos y abrir espacios para enriquecer las ideas con el aporte de todos.

2. La colaboración

Para hacer equipo hay que estar dispuesto a trabajar con todo el mundo. Somos diversos y los objetivos comunes requieren de colaboración.

Te guste o no te guste una persona, tendrás que aprender a trabajar con ella. Más temprano que tarde vas a necesitar esta habilidad.

Esas personas no van a desaparecer y probablemente te acompañen durante mucho tiempo.

Con arrogancia y desconfianza no sabremos pedir ayuda.

Además, la colaboración es una habilidad de doble vía: dar y pedir ayuda nos hace mejores personas y profesionales más completos.

Debemos entender la fuerza que tiene trabajar junto a otros frente a un objetivo común.

La colaboración trae grandes satisfacciones y multiplica de forma exponencial el efecto positivo de nuestras acciones.

3. El pensamiento crítico

No debemos conformarnos con la información que tenemos a mano. Cuestionar y analizar es una práctica saludable. Debemos salir e investigar.

Al igual que en el periodismo, tenemos que buscar fuentes primarias de información, libros y documentos. Debemos consultar a quienes están involucrados, a los protagonistas, a quienes piensan diferente, a los afectados y a los expertos.

Nuestra propia opinión tiene peso. Pero tenemos que encontrar otras opiniones que respalden todas las visiones de un mismo hecho.

Esta dinámica hay que practicarla con constancia para volvernos muy buenos en lo que hacemos.

Las nuevas tecnologías nos ofrecen un mundo infinito de posibilidades para investigar de forma consciente y responsable.

Así que debemos tener iniciativa propia para analizar e investigar. Esta práctica ampliará nuestros conocimientos y nos fortalecerá para el futuro.

4. La creatividad

La creatividad no llega por pura inspiración. Para ser creativos debemos arriesgarnos y estar dispuestos a equivocarnos y a volver a intentar.

Algunos de los errores creativos pueden parecer un asunto de locos, pero con más práctica y ensayo se convierten en grandes ideas.

Una propuesta innovadora surge cuando estamos enfocados de forma activa y comprometida con nuestro trabajo.

Una solución creativa surge cuando nos alimentamos con los aportes del entorno y de nuestros compañeros.

Una gran idea puede surgir de cualquier miembro de nuestro equipo y nosotros podemos perfeccionarla con nuestro aporte.

Crear e innovar es una práctica diaria orientada a un objetivo, trabajando junto a otros, investigando y analizando. No es una revelación divina.

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