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El valor de la resiliencia para enfrentar la adversidad

El Valor De La Resiliencia Para Enfrentar La Adversidad

Comprender el concepto y el alcance de resiliencia puede ser muy útil para el crecimiento personal y profesional.

Se trata de una capacidad que nos facilita superar positivamente las adversidades, entendiendo que este es uno de los retos más importantes de una sociedad de cambios permanentes.

Origen de la palabra resiliencia

Viene de la palabra latina «resilio», que significa resaltar, volver de atrás, volver de un salto, rebotar o regresar.

Se usaba sólo en el campo de la física, para expresar la capacidad de un material de recuperar su forma original después de haber sido sometido a altas presiones.

También equivale a la cantidad de energía que un material es capaz de almacenar cuando la presión lo obliga a reducir su volumen.

En el campo de la mecánica, resiliencia se refiere a la capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación.

La palabra se comenzó a utilizar en las ciencias sociales en el último cuarto del Siglo 20.

Basados en su significado en física, los psicólogos empezaron a utilizar el término para denotar la capacidad de las personas de superar tragedias o acontecimientos emocionalmente muy dolorosos.

Desde el punto de vista psicológico la resiliencia tiene que ver con reanimarse e ir hacia delante después de haber vivido una experiencia traumática.

En psicología se dice que las personas resilientes:

Se desarrollan sanas psicológicamente, a pesar de nacer o vivir en situaciones de severa adversidad.

Se proyectan hacia el futuro, aunque vivan sucesos desestabilizantes o en condiciones de vida difíciles.

Por su parte, el Diccionario de la Real Academia Española indica que la resiliencia es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.

En resumen podemos decir que la resiliencia es la capacidad humana de enfrentar y sobreponerse a estresantes situaciones de dolor emocional, contratiempos, incertidumbre y adversidad, mientras uno sale fortalecido del proceso.

¿Qué ganas al aumentar tu resiliencia?

Desarrollar tu capacidad personal de resiliencia te proporciona cinco grandes beneficios:

1. Obtienes un mayor fortaleza emocional frente a las situaciones de estrés y logras manejar mejor la presión.

2. Sientes más control frente a los acontecimientos a tu alrededor y mayor capacidad para afrontar retos.

3. Desarrollas un lenguaje y una actitud más optimista, generando endorfinas en el proceso.

4. Logras relaciones personales y profesionales más armónicas, interesantes y productivas.

5. Logras más y mejores resultados en cualquier aspecto de la vida, con mayor salud física y mental.

Precisiones sobre la resiliencia

En virtud de posibles interpretaciones inadecuadas, parece oportuno decir que ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades.

Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias.

No significa negar los sucesos de gran impacto que nos hacen sentir inseguridad, incertidumbre o frustración.

La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga. Es una capacidad que tenemos todos los seres humanos.

El ser resiliente no es un ser con poderes extraordinarios.

Implica formas de pensar y conductas (paradigmas) que cualquier persona puede aprender y desarrollar.

Habilidades que desarrollan las personas resilientes:

1. Mantienen al día sus metas personales, y las refrescan o ajustan periódicamente.

2. Comprenden las diferencias entre adversidad (hechos) e incertidumbre (falta de información sobre el futuro).

3. Frente a las situaciones de adversidad se focalizan más en las variables que controlan.

4. Identifican las verdaderas causas de una adversidad y la resuelven para evitar que se repita en el futuro (pensamiento sistémico).

5. Controlan su impulsividad ante la adversidad y permanecen centrados en situaciones de crisis.

6. Tienen un «optimismo realista»: cuentan con una visión positiva del futuro y sienten control sobre sus vidas, sin dejarse llevar por fantasías.

7. Son empáticos: tienen buena capacidad para «leer» las emociones de los demás y conectarse con ellas.

8. Siempre exploran nuevas oportunidades, retos y relaciones, en función de mantenerse ejercitando sus competencias.

9. Practican y desarrollan un lenguaje constructivo y positivo de manera consciente.

10. Le dan prioridad a su propia atención como personas y a su imagen personal-profesional.

Como puedes ver, estas habilidades se pueden cultivar practicando, poco a poco, todos los días. La práctica constante te permitirá desarrollar tus propios niveles de resiliencia.

Spencer Johnson, reconocido psicólogo y escritor estadounidense lo plantea de esta manera: «Tu manera de ver la vida es la mejor manera de cuidar de ti mismo. Tu perspectiva es lo que te hunde o te levanta.»

Por su parte, Viktor Frankl, psquiatra austríaco fundador de la Logoterapia, dice: «Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.»

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Esta entrada tiene 6 comentarios
  1. La resiliencia nos permite identificar las causas de las adversidades para no repetir y/o evitar situaciones que nos causen sufrimiento. Es importante mantenernos ejercitando nuestras capacidades y estar en permanente búsqueda de oportunidades que nos permitan estar siempre activos.

  2. De eso se trata, Magali. Te felicito por la precisión del reto: mantenernos ejercitando nuestras capacidades, como si el trabajo fuera, al mismo tiempo, un gimnasio para nuestra fortaleza emocional.

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