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¿Cuándo cambiar de paradigma? Aprende de Dick Fosbury

¿Cuándo Cambiar De Paradigma? Aprende De Dick Fosbury

La experiencia de Dick Fosbury puede ayudarnos a ver cuándo necesitamos cambiar de paradigma. Este ex-atleta estadounidense nos demuestra que cuando los obstáculos son más altos, las soluciones convencionales son menos efectivas.

Fosbury se hizo famoso porque quedó campeón de salto de altura en los Juegos Olímpicos de México 1968 y lo hizo con una nueva técnica.

Después de su éxito, casi todos los atletas dedicados al salto alto utilizan esa técnica conocida como «Fosbury Flop».

El ejemplo de Fosbury nos sirve para ilustrar cuándo un tipo de solución para un reto se agota. Y ese era el caso de la manera en que se hacía el salto alto antes de Fosbury.

Esa solución (o paradigma), saltando hacia adelante, sirvió hasta un límite de altura. Por más que los atletas se preparaban, cada vez sus avances fueron menores.

Hizo falta una solución completamente diferente para llegar más alto. Hizo falta cambiar de paradigma sobre la manera de ver los retos del salto alto y la manera de afrontarlo.

Los dificultades de ver nuevos paradigmas

Ese nuevo paradigma lo vió Dick Fosbury cuando tenía 16 años. Para él resultaban demasiado difíciles las técnica que se utilizaban para aquel momento, saltando hacia adelante.

Cuando Fosbury comenzó a saltar al revés, muchos le dijeron que estaba loco y que no llegaría a ningún sitio. Muchos no entendían su punto de vista diferente y se burlaban de él.

Hasta su propio entrenador en bachillerato no creía en su estilo de saltar. Pero Fosbury utilizó esa desconfianza como un estímulo para esmerarse más en demostrar su potencial.

«Saltar de espaldas, mirando al cielo, me daba otra perspectiva de las cosas», dijo Fosbury en una entrevista muchos años después.

¿En qué momento hay que cambiar de paradigma?

Esta es una de las preguntas que intento responder en el libro Amplía tus oportunidades. Y la experiencia de Dick Fosbury también sirve de respuesta.

No hay paradigmas buenos o malos, digo en el libro. Lo bueno o malo es el resultado de usar un paradigma para resolver una necesidad determinada.

Es decir, los paradigmas que nos sirven para lograr lo que buscamos, debemos preservarlos o mejorarlos. Pero los que no, hay que cambiarlos.

Aprendemos paradigmas en el transcurso de nuestras vidas. Unos nos han funcionado y nos siguen sirviendo para solucionar unas necesidades. Otros no, pero podemos desaprenderlos y asimilar otros más efectivos. Esa es la oportunidad que siempre tenemos.

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